viernes, 17 de septiembre de 2010

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Hamacas De San Jacinto: Arcoiris De Colores


La hamaca, una red de hilos entrelazados, de múltiples colores, que podría ser un arcoiris recostado entre las palmeras, es un producto artesanal que encontraremos como un elemento obligatorio de las casas en todos los rincones de Colombia, especialmente en la Costa del Caribe y en todas las regiones del clima cálido.
La hamaca sirve de cama, sofá, columpio y, hasta, de cuna para los bebés, pero, para los que probaron la comodidad de nuestras hamacas colombianas, la diferencia entre la cama y la hamaca resultará enorme.

Materiales De Progreso

Están fabricadas de diversos materiales y la calidad depende sobre todo en la urdimbre y el número de hilos utilizados. Las hamacas tienen un lugar tan importante en el corazón de la gente del Caribe que incluso en las casas más humildes existen ganchos en las paredes para colgarlas.
Las hamacas han sido utilizadas despues del Siglo XVI por los marineros en los barcos; ya que la hamaca se mueve al ritmo del navío y el durmiente no corre el riesgo de ser arrojado al suelo.
Las hamacas, originalmente hechas de algodónhenequéncabuya o de pita y teñidas con tintes vegetales y anilinas, variedad de diseños, colores y tamaños, se elaboran actualmente de fibras poliéster, aunque actualmente el material más utilizado para hacerlas es el polipropileno también hay un regreso a las tradiciones, a la fibra vegetal.
Disputan su origen Colombia, en el festival de "La hamaca grande", donde en la población de San Jacinto, Bolivar la hamaca, está ligada a la historia, les pertenece como el cultivo de algodón, teñido en colores alegres que convierten en hamaca. Toda una carga cultural indígena que se remonta a su orígen legado por generaciones. Creadas en bastidores de telar con hilos de algodon, que se teje en urdimbre y trama, en un proceso por el cual se va pasando la urdimbre por arriba y debajo de la trama, cruzándola para finalmente formar la hamaca.

El Tiempo Se Detiene



Al inicio las mujeres trenzaban el hilo artesanalmente para luego teñirlo y finalmente convertirlo en telas multicolores, pero como no pueden dedicar todo el tiempo a los tejidos (ya que sobre sus hombros se descarga la responsabilidad de la familia) ellas necesitan de por lo menos 4 días para terminar una hamaca, pero muchos mas si la tela va bordada.

Del centro a las afueras de la población de puede observar las diferencias arquitectónicas y sociales que tienen relación con el tejido, muy cerca de la plaza están los almacenes de hilos y hamacas; mas allá están los barrios donde se fabrican fajones, mochilas y peyones (es una especie de tapete acolchados que los camioneros usan para no sentir el calor de la cojineria).
Finalmente, en las afueras están los barrios hamaqueros, calles pintorescas y bien trazadas, techos de paja, ventanas y puertas de colores y nunca falta el antejardín, con pequeños árboles y un caminito donde poder disfrutar la brisa de la tarde.

Allí, la mayoría de las casas son iguales en su interior: Hay una o dos habitaciones donde se acomoda toda la familia, una salita en la que las mecedoras marcan el nivel económico de sus habitantes, van desde fibras plásticas y madera, hasta hierro.
En la parte de atrás encontrara el Cobertizo, que es un patio con techo de paja donde se vive toda la actividad familiar (se cocina en leña o se trabaja en el telar), revolotean las gallinas y los cerdos van de aquí para allá.

Esta es la cuna de las hamacas, una artesanía que alguna vez tuvo su propia fiesta, cuando el pueblo se revolcaba a la corraleja y festejaban con sus sombreros y ron blanco.

TeJiDo

Algún pedazo del pasado, del presente o el futuro de todo habitante de San Jacinto esta tejido en la tela de una hamaca, es una especie de cama colgante que se mueve en un vaivén de flecos y tejidos interminable, esta ligada a su gente, a su historia y su vida misma.
En ella reposa el campesino luego de luchar todo el día con sus tierras, hasta en ella misma se junta el amor para darle vida a un nuevo ser, se viaja por mundos lejanos, probablemente nunca vistos, se traman coqueteos, se puede tener una buena charla, pues en ella es donde finalmente se cuentan los ultimos minutos de un pueblo que no se le quita a la muerte, porque la vida se goza intensamente.